Los naipes, importados a Europa desde Egipto, consistían de cuatro palos similares a aquellos que seguimos viendo en el tarot hoy en día: copas, espaldas, bastos (o bastones) y monedas. Ya en 1227 d.C., se les atribuyó el significado simbólico a ciertas cartas, algunas de las cuales empezaron a tomar nombres como “El Sol” y “La Luna”, etc. El relacionar simbolismo con las cartas anunció el desarrollo de las cartas del triunfo. Los ocultistas sugieren que esta evolución del tarot coincide cercanamente con la Cábala y la Inquisición y que el simbolismo arraigado en el tarot es realmente los restos ocultos de la Europa pagana que luchaba por sobrevivir.

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